Un análisis más detallado de una fotografía de un error en *Pretty Woman* revela aspectos desconocidos que han pasado desapercibidos hasta ahora.

Con su emocionante trama y actuaciones inolvidables, la cautivadora película *Pretty Woman* ha dejado una huella imborrable en el cine. Aunque muchos recuerdan escenas icónicas como cuando Edward, interpretado por Richard Gere, supera su miedo a las alturas para salvar a Vivian, el personaje de Julia Roberts, pocos conocen las historias fascinantes que ocurrieron detrás de cámaras.

Lo que pocos saben es que otros actores reconocidos estuvieron considerados para el papel de Edward, antes de que finalmente lo asumiera Richard Gere. Charles Grodin era el principal candidato, y aunque Gere inicialmente dudaba en aceptar el papel, fue Julia Roberts quien lo convenció de dar el paso. En cuanto al papel de Vivian, actrices como Sarah Jessica Parker, Kristin Davis y Sandra Bullock también fueron consideradas, pero abandonaron el proyecto.

En una reunión especial del elenco en 2015, se compartieron anécdotas y curiosidades que aumentaron el atractivo de esta icónica película romántica. Además, un reel de bloopers se puso a disposición de los fanáticos, mostrando momentos divertidos y errores inesperados que capturaron la camaradería entre el elenco y el equipo de producción. Entre estos momentos destaca una escena en la que Julia Roberts intenta contener la risa junto a Richard Gere, dejando en evidencia la química genuina que hizo de *Pretty Woman* un clásico inolvidable.

El vestuario también guarda historias interesantes. El famoso collar que lució Vivian en la película costó 250,000 dólares y estuvo protegido por un guardia de seguridad durante todo el rodaje. En contraste, el icónico abrigo rojo que usó en una de las escenas más recordadas costó apenas 30 dólares y fue adquirido por el director de un acomodador de cine poco antes de comenzar la filmación. Sorprendentemente, marcas como Ferrari y Porsche se negaron a que sus vehículos aparecieran en la película, lo que añade otro detalle curioso a su historia.

Durante el rodaje, el director utilizó métodos poco convencionales para sacar lo mejor de los actores. En una escena, hizo cosquillas en los pies de Julia Roberts fuera de cámara para provocarle una risa natural, aunque su ansiedad era tan alta que una vena apareció en su frente. En otro momento, se acostó junto a Roberts y Gere, frotándole la cara a la actriz hasta que logró relajarse, aportando la confianza necesaria para que la escena fluyera.

*Pretty Woman* sigue siendo un ejemplo de cómo una combinación de talento, química y momentos inesperados puede convertir una película en un fenómeno cultural que trasciende generaciones.