Richard Gere fue visto en la calle vistiendo ropa desgastada y pasó desapercibido; una mujer, creyendo que era un hombre sin hogar, decidió ofrecerle las sobras de su pizza.

Un turista proveniente de París tuvo un encuentro inesperado con un hombre que sacaba una pizza a medio comer de un cubo de basura. Sin saber que se trataba de Richard Gere, decidió ofrecerle ayuda. La estrella no reveló su identidad en ese momento y reaccionó de una manera sorprendente.

En 2014, Richard Gere se encontraba en Nueva York para el rodaje de la película *Time Out of Mind*. En ese proyecto, Gere, quien ahora tiene 74 años, interpretaba a George, un hombre con problemas psicológicos que, tras ser desalojado de su apartamento, se veía obligado a vivir en la calle.

El primer día de grabación, el director Oren Moverman le pidió que se pusiera en la piel de un vagabundo para rodar una escena. Gere fue vestido con ropa desgastada y se integró en las concurridas calles de la ciudad, rodeado de transeúntes.

Aunque al principio se sentía algo inseguro de grabar en una ciudad tan grande, Gere logró pasar desapercibido mientras caminaba por las calles de Nueva York, sosteniendo una taza de café vacía para pedir limosna. Según el actor, no llevaba un maquillaje especial ni un disfraz demasiado elaborado, pero aun así no fue reconocido. Durante una escena en la que revisaba un contenedor de basura cerca de la Grand Central Station y sacaba una hamburguesa a medio comer, una familia parisina lo observó sin sospechar quién era.

Karine Gombeau, de 42 años, estaba con su esposo Bruno y su hijo adolescente saliendo de una pizzería cercana. Al ver al hombre con ropa vieja y una chaqueta ligera sosteniendo una hamburguesa desechada, se sintió conmovida. Sin dudarlo, se acercó y le ofreció los restos de la pizza que habían pedido en un restaurante italiano.

Richard aceptó el gesto y, con curiosidad, preguntó qué había en la bolsa. Gombeau, intentando explicarlo en inglés pero mezclando algunas palabras en francés, le respondió: “Lo siento, pero la pizza está fría.” El actor, agradecido, le contestó: “Muchas gracias. Que Dios te bendiga.”

La generosidad de aquella familia francesa quedó grabada en la memoria de Gere, quien más tarde reveló la experiencia como parte del proceso de inmersión en su papel.